Carta de una psicóloga a una persona que perdió a su perro
Querida amiga/Querido
amigo:
Es de
conocimiento popular que el perro es el mejor amigo del hombre y hoy la ciencia
lo ha comprobado. Diversos estudios neurocientíficos han mostrado como los
perros cuentan con capacidades cerebrales muy parecidas a las humanas, se han
desarrollado hipótesis que explican esta similitud a causa de una evolución
conjunta, pues desde hace milenios somos compañeros de vida. Es así como se
explica que los perros y los humanos tenemos auténticas emociones compartidas
tales como el amor, la empatía y la capacidad de mutua colaboración.
Cuando pienso
en esto, recuerdo la bella oda que Pablo Neruda dedicó a los peludos:
…la
vida caminando,
respirando, creciendo,
y la antigua amistad,
la dicha
de ser perro y ser hombre
convertida
en un solo animal
que camina moviendo
seis patas
y una cola
con rocío.
y la antigua amistad,
la dicha
de ser perro y ser hombre
convertida
en un solo animal
que camina moviendo
seis patas
y una cola
con rocío.
Hoy quiero
decirte que lamento profundamente la pérdida que vives por que más que a una
mascota, pierdes una parte de ti. Por eso considero que en esta etapa de duelo
es normal vivir tristeza profunda, tal vez llanto, tal vez enojo, tal vez
reclamos a la vida por la injusticia, no lo se. Lo importante es que sepas que
cualquier emoción que experimentes es legítima y tiene mucho sentido porque el
vínculo emocional con tu perro es único y muy fuerte.
Ahora te toca
darte un espacio para sanar, porque todas las heridas tarde o temprano sanan,
incluso las heridas emocionales poco a poco van cerrando, porque nuestra mente
tiene mecanismos que le ayudan a curar el dolor, los psicólogos le llamamos capacidad
de resiliencia. Recuerda que sanar no es olvidar, es recordar y honrar la
memoria de tu suave compañero de muchas formas que le hubieran gustado.
Con cariño, te
envío un abrazo.
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