Carta de una psicóloga a una mujer que pasa por una ruptura de pareja
Estimada Yolanda, te escribo esta carta porque me quedo preocupada por ti,
la última vez que nos vimos estabas muy triste. Pienso que has estado haciendo
muchas cosas por mantener a tu marido a tu lado, y sin embargo él decidió irse
de la casa. Julio, tu esposo, vino aquí a terapia contigo para decir que no le
interesa cambiar ni mejorar la relación, pues en su mundo todo está bien, él no
cree que los detalles y las muestras de cariño sean importantes en esta etapa
de la vida adulta y es algo a lo que no lo podemos obligar.
Cuando expresaste que te sentías abandonada y sola y que necesitabas
sentir el amor, Julio dijo que eso te pasaba porque tienes problemas
psicológicos y no porque haya cambiado su dinámica de pareja y hayan pasado de
un amor intenso y brillante a una cotidianidad gris, como tu lo ves, este amor se
fue opacando, poco a poco, casi sin darse cuenta.
Hoy estas muy triste y es legítimo, porque vivimos en una sociedad
principalmente católica donde el matrimonio monógamo y para toda la vida es sumamente
valorado, tan es así que de no poder concretarlo o romperlo, se considera un
fracaso en el proyecto de vida. La mayoría de las personas, especialmente las
mujeres, nos sentimos incompletas sin una pareja, pues se nos ha contado que el
amor romántico nos da felicidad y que la soltería es estar solas. Sentimos que
al romper con la pareja se nos va el presente y el futuro que siempre
anhelamos.
Los psicólogos especializados en las relaciones, pensamos que esto pasa
porque vivimos en la sociedad de las grandes verdades, se nos impone que las
mujeres debemos ser madre-esposas cueste lo que cueste, por eso es lógico que
ponemos el matrimonio como lo más importante, incluso, a veces nos cuesta
nuestra salud física y mental. Por ejemplo, ayer vino Blanca a conversar conmigo
y me contó que ama a su esposo, su matrimonio y su casa, toda su vida se ha
dedicado a ello, desde los 14 años hasta ahora que tiene 50, ella decidió que
va a quedarse ahí, aunque sea una relación en la que sufre y pierde, pues su
esposo le ha contagiado papiloma y varias infecciones de transmisión sexual, la
llama loca, la ridiculiza, la golpea y abiertamente tiene otras parejas y otra
familia sin que ella esté de acuerdo. Esta mujer vino a terapia para encontrar
equilibrio emocional pues llora mucho y todo mundo le dice que está deprimida y
que se está volviendo loca. Esta es una forma de ilustrar como el matrimonio puede
volverse una carrera de resistencia que desgasta y cuando ya no podemos seguir,
se nos hace pensar que estamos mal, que tenemos un problema interno, pero yo
pienso que esto no es así porque la autoimagen que tenemos está dada en parte
por lo que nos dicen los demás y el cómo nos ven.
Quedarnos atrapadas por las grandes verdades del amor y la pareja, nos
hace pensar en nosotras mismas; al no poder tener una pareja estable nos vemos
como personas problemáticas pues nos cuestionamos sobre si somos
suficientemente bonitas, sexies, inteligentes, buenas mujeres, buenas esposas y
empezamos a autodescalificarnos, esto además es alimentado por los demás, pienso
en cómo otras mujeres en esta situación me han narrado que las personas que les
rodean les dicen que están solas por que de seguro están locas, desequilibradas,
porque son cabronas o porque son feas, masculinas, gorditas o alguna cosa mala.
En mi propia experiencia vital y como terapeuta, he visto que liberarse
de estas verdades o al menos cuestionarlas, puede ser un camino para poder mirarnos
como personas legítimas que tienen razón y no locura, pues la situación explica
lo que sentimos, y una vez que pasa esto podemos procesar los hechos de la vida
para poder poner atención en todo lo otro que somos: amigas, madres, compañeras,
primas, hijas, hermanas, etcétera. Por eso te pregunto ¿Qué dirían de ti las
personas que más te valoran si yo les preguntara cuáles son tus aspectos
positivos y lados fuertes? ¿Consideras que podrías usar estas características
para tu vida actual? ¿Qué dirían estas personas sobre tus capacidades?
Ya para finalizar, solo quiero decirte que yo soy una de esas personas
que te aprecian y que ven aspectos valiosos de ti, cuando gustes puedes venir
para conversar sobre eso o te puedo escribir otra carta para contarte.
Un abrazo.
Psic. María Cedillo.
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